Andamos a vueltas estos días con la campana gigante instalada por la petrolera BP sobre el pozo Macondo, responsable de la contaminación del Golfo de México desde que comenzase a arrojar crudo al océano, hace tres meses.
Submarino para frenar el vertido del mar
Está por ver si tiene o éxito o no este gigantesteco tapón y si la estructura aguanta y no se producen nuevas fugas.
Sea como sea, el mal está ya hecho. Las imágenes del litoral del golfo contaminado por el petróleo aparecen a diario en los medios de comunicación. Todo lo contrario de lo que ocurre con otros problemas medioambientales que tienen la desgracia de ocurrir lejos del territorio de Estados Unidos.
Es lo que ocurre con las fugas de petróleo que se vienen produciendo en el delta del río Niger. Los compañeros del programa Boulevard han entrevistado a Gerardo Ríos, portavoz de Amnistía Internacional, quien explica la larga historia de contaminación que se produce en la zona desde 1958. Las explotaciones petroleras en la zona provocan serios problemas medioambientales, (vertidos, emisiones de gas), pero también afectan a los derechos humanos de la población del Delta del Niger.
El petroleo es la principal fuente de recursos del Gobierno de Nigeria, por lo que ha dado carta blanca a las empresas petroleras internacionales, con unos reglamentos tolerantes con la actuación de estas empresas.
No hay datos, no hay información fehaciente sobre los vertidos, por ejemplo, que se vienen produciendo. Pero se calcula que hay más de 2.000 puntos del delta contaminados.En 2006 se calculó que entre 9 y 13 millones de barriles han acabado en el océano en los últimos 50 años.
Amnistía Internacional denuncia que las comunidades locales del Delta del Niger viven peor que antes, sufriendo problemas de salud y el progresivo deterioro de su entorno. No hay voluntad política, según Gerardo Ríos, para parar la extracción del petróleo o, al menos, para mejorar las instalaciones para evitar vertidos y emisiones. Ni el Gobierno ni las empresas parecen dispuestas a remediar la situación a día de hoy. Y en eso está, entre otros, Amnistía Internacional.
Interesante, además, volviendo al caso de BP, el artículo de Benito Osorio en Energía a debate sobre el desastre provocado por la explosión del pozo de BP. Considera el autor que El desastre invita a realizar una profunda reflexión sobre la conveniencia de ir a aguas profundas, sobre todo, cuando el sistema de regulación petrolera en México está apenas en formación. Podéis leerlo íntegramente aquí.
Vertidos en el delta del Niger: la contaminación invisible (porque no sale en la tele): Andamos a vueltas estos dí… http://bit.ly/bxMEKQ