El pasado fin de semana tuve una cena y se me ocurrió la brillante idea de reutilizar el caparazón de la centolla gallega que nos comimos 🙂 Qué por cierto estaba buenisíma… Primeramente la lave y seque muy bien como podéis apreciar en la imagen de abajo:
Después primeramente la pinté con imprimación al agua para que después se fijará mejor la pintura de color plata como podéis ver en la primera imagen de arriba del comienzo del post.
Una vez pintada y completamente seca, sólo hay que colocar tierra para cactus dentro del caparazón del centollo y plantar bien el cactus. Y ya tenéis una maceta decorativa reusando las cáscaras de los mariscos que habitualmente se comen en los hogares.¡ Esperamos que os resulte útil ! 🙂
Idoia dice
Muy original, no se me había ocurrido
Angélica dice
Una idea muy buena