Éste año el aloe vera de mi madre ha tenido muchos hijos que he ido regalando a compañer@s del trabajo. Pero en lugar de darles el hijo sin plantar, se los he dado reusando diferentes envases de latas, cáscaras de centollo o culos de botellas dándoles un toque único como a mi me gusta 🙂
Luego ya cuando crezcan los tendrán que cambiar a un tiesto más grande para que crezcan más y así sucesivamente. ¡Ya sabéis que a todo se le puede dar una segunda vida! 🙂
Deja una respuesta