Escasez de agua potable en el mundo
Con la llegada del calor puebla nuestros pueblos y ciudades la siguiente estampa: niños y niñas en torno a una fuente jugando a tirarse globos de agua, bolsas llenas de agua, botellas llenas de agua, jugando con pistolas de agua, felices porque pueden por fin mojarse a placer sin pillar un resfriado. Aparte de que lo del resfriado está por ver ( un remojón siempre es un remojón), veamos 10 razones para no dejar a los niños que jueguen con agua hasta hartarse. Y vamos a dejar de lado el posible resfriado, el hecho de que gastan un servicio público que, mucho o poco, cuesta dinero y la cosa de que dejan plazas y calles hechas un bebedero de patos. Veamos las razones que nos aporta la Organización Mundial de la Salud:
1. En este mundo en el que vivimos hay escasez de agua hasta en zonas donde abundan las precipitaciones o el agua dulce. Debido al modo en que se usa y distribuye, no siempre hay agua suficiente para atender plenamente las necesidades de los hogares, las explotaciones agrícolas, la industria y el medio ambiente.
2. La escasez de agua afecta a los 4 continentes habitados y a cuatro de cada diez personas en el mundo. La situación está empeorando debido al crecimiento de la población, el desarrollo urbanístico y el aumento del uso del agua con fines industriales y domésticos.
3. En 2025, cerca de 2000 millones de personas vivirán en países o en regiones donde la escasez de agua será absoluta y los recursos hídricos por persona estarán por debajo de los 500 metros cúbicos anuales recomendados, cantidad de agua que necesita una persona para llevar una vida sana e higiénica.
4. La escasez de agua obliga a la población a utilizar fuentes contaminadas de agua para beber. Ello también significa que no puedan lavarse, lavar la ropa y limpiar sus casas adecuadamente.
5. El agua de mala calidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades diarreicas, en particular, el cólera, la fiebre tifoidea, la salmonelosis, otras enfermedades víricas gastrointestinales y la disentería. La escasez de agua también puede dar lugar a enfermedades como el tracoma, la peste y el tifus. Así por ejemplo, el tracoma está muy relacionado con la falta de agua para lavarse la cara regularmente.
6. La escasez de agua induce a la población a almacenar agua en sus casas. Ello puede aumentar el riesgo de contaminación del agua domestica y ofrecer criaderos para los mosquitos, que son los vectores del dengue, el dengue hemorrágico, el paludismo y otras enfermedades.
7. Una buena gestión del agua permitirá reducir los lugares de cría de los vectores de enfermedades, lo que dará lugar a una menor propagación del paludismo, la filariasis linfática, la esquistosomiasis y la encefalitis japonesa.
8. La meta 10 del Objetivo de Desarrollo del Milenio 7 pretende “reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable y a servicios básicos de saneamiento”. La creciente escasez de agua podría dificultar gravemente el progreso hacia el logro de ese objetivo.
9. Todo el mundo necesita agua y todo el mundo ha de responsabilizarse. Apoye de forma activa a los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y las fundaciones privadas, cuya prioridad es suministrar agua de buena calidad a la población a un precio asequible.
10. Contribuya conservando, reciclando y protegiendo el agua con mayor eficacia.
Hace un par de años preguntamos a un grupo de niños que visitaron las instalaciones de EITB cómo se podía ahorrar agua. Entre sus respuestas citaron no dejar el agua corriendo mientras nos lavamos los dientes, utilizar el agua fría que sale en la bañera mientras llega la caliente para regar las plantas, no fregar los platos con el agua corriendo… y no jugar con el agua en la calle. Eran chavales de unos 10 u 11 años y parecían tener la lección bien aprendida. Pero, ¿niños y mayores, aplicamos la teoría en nuestra vida cotidiana? Y si en casa sí lo hacemos, ¿por qué no en la calle?.
Que conste que no se trata de perseguir a todo aquel que se acerque a una fuente, que pero no está de más explicar a los niños lo que pensarían personas de otras partes del mundo si les vieran jugando con el agua potable que ellos no tienen para beber, ni para lavar a sus hijos, ni para cocinar. ¿A que no lo haríamos con la comida o con el petróleo? Pues dicen que las peores guerras que esperan al planeta serán por controlar el agua..
No me parece una cuestión sin importancia. De pequeña me enseñaron a no malgastar el agua, y todavía recuerdo la sequía que tuvimos en Euskadi a finales de los 90 y las restricciones de agua que tuvimos que soportar. Así que sí, me apunto, el agua ni es gratis ni es infinita.
Estando de vacaciones en localidades de Levante comprobé el mal sabor del agua del grifo. Allí todo el que se lo puede permitir bebe agua embotellada. Me llama la atención, porque aquí tenemos agua de muy buena calidad. La verdad es que es una suerte poder abrir el grifo y beber directamente, y eso sin compararnos a la situación que viven en otros países. Qué difiícil es a veces apreciar lo que tenemos al alcance de la mano. Hasta que lo perdemos, yo también me acuerdo de la sequía. Creo que fue en el 89.